Magaly Salazar Sanabria
Intentamos encender las luces
para alejar el olor a tristeza.
La ruina no es una percepción
es como una iglesia donde las plegarias se abandonan
Pero tratamos de armar una caja con razones y sueños
para regalar esperanza en Navidad.
La caja somos todos
y apostamos contra cualquier intento de fragilidad.
Descubrimos que el bostezo
de los depredadores es de barro
y nuestra pasión de libertad es un martillo,
como la del pájaro carpintero
que viene como recadero de Dios.
Aunque Judas ronde entre nosotros
La ternura prevalece
Por eso insistimos en nuestra verdad
Con fuerza, con obstinación.
Queremos dar jugos de nuestro corazón
a los hermanos sedientos.
Tanto insistió el pico del alado
que abrió las ventanas de la paz
y en esta Navidad y en el Año Nuevo
se instalará en el espíritu de Venezuela
la esperanza de emancipación.
¡Feliz Navidad y Año Nuevo!