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  • Foto del escritorMagaly Salazar Sanabria

Moca, la cercadeña

Moca, la cercadeña,

De tanta tierra, agua, aire y fuego

en las entrañas del barro

transformado por sus benditas manos

de tanto aripo,

de tanta tinaja,

de tanto anafre,

de tanta gente,

pusiste alma a las vasijas

porque ellas son las viajeras potenciales

de la fertilidad;

agua para la sed del hombre,

la del sembradío,

alimento para el hambre

y aunque el nombre del barro es masculino,

la arcilla como la tierra, es madre,

la guardiana de la vida.

Dios hizo a Moca plena de arcillamiel.

Por eso el rostro se le curtió de paz.

Pero a ella,

nadie le quita lo “amasao”.

Ayer, en sonidos de una mandolina,

en alas del amor, se fue a completar el vuelo.

Ahora, pregunto: ¿Quién se atreve a detener

la voz ancestral

de la arcilla?


(Inédito)




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