Libro Caudalía II
EL POZO DE LOS POETAS Y LA CIGARRA
La cigarra escapó de vacaciones
En vuelos de indecisa geometría
Mientras la lluvia revisaba
mensajes de internet
Entretanto,
todos se arrimaron al pozo
y al lado de las hierbas
con follajes en postergación,
alguna lagartija
que paseaba entre los yermos
y el vidrio de una canción de grillo,
convocaron al cielo
y el “Agua Viva”, que alguna vez anunció la Escritura,
apareció.
Así llegó mucha gente a mojar lo estéril.
hombres a sazonar la tierra,
y los novios se abrazaron
y los hambrientos probaron bocados
y lo manchado se lavó.
Mientras el sereno abonó de luces
las voces del poeta
que llenaron los vacíos
y sus ecos saltaron los muros de la soledad
y todos celebraron.
DE UN ARBOL
La savia trepa mientras dormimos
y al despertar la verdad llega
con su presencia de candela
desafiando la montaña llovida.
El fuego se aprieta donde la divinidad lo anuncia
donde la generosidad del verde
cede el sitio
Le pido incandescencias
antes que se ofusquen las semillas
antes que mayo vuele
y el rubor quede en suspenso
hasta el año que viene-
Desde una metáfora del aire
aparecen canarios
para poblar el tiempo.
Los pájaros hacen del estarse piando un arrebato
y la bulla no sabe
si es la pasión del árbol
o el estarse piando de la gloria.
Los trinos se entrañan
y las palabra suenan
y en esa plática
entre el silencio
y el eco aleteante
surge el canto.
Así tomo prestadas energías
del flamboyán
para reponer mi corazón
para que traspase, trasiegue, trasplante ,
mi nombre.
RESPLANDORES
Amor
Entre la voz del trueno y la del grillo,
la del amor es medianía
que permanece desde el cielo a la tierra
Leyendo la mano
Son caminos rectos hasta mi corazón
las líneas de tus manos
De luces
Si tú no ves el amor
¿de qué te sirve la luz?
Deseo
Observo las abejas libando sobre las ixoras
¡Cuánto de mi extensión asumen tus ardorosos labios!
Del sueño
Durmiendo quise olvidarte
Pero mientras más dormía
Tu presencia se adueñaba del sueño
ARAGUANEY
El sol se esconde
a solas
celado en el secreto
como flor presumida.
Sigiloso
el sentido se muda
a cadencia
y abre los espacios
de silencios que jamás se colman.
La revelación viene de amarillos
que anuncian
a fuerza de claridad y ternura
la libertad del sitio.
Hay música y distancias
generadas por nidos, verdores y vientos
y la extensión del tronco a las raíces,
del tronco a los cogollos.
El cuerpo libera el aliento que asciende
por la rugosidad del tallo
entre gomas, zumos y resinas.
Silente brota la centella de luz
que no abrasa pero se apasiona
no quema pero seduce.
Por ti la mirada abarca la belleza
de “aquello” más allá del fulgor
y mi corazón se la bebe como un caliz
de astros bienaventurados.
Entretanto, la noche abre en nosotros
las estrellas.
Arriba de las tejas,
el cielo.
En la gloria,
la demasía del Araguaney.
SEPIA
Un desamor empañó de sepia la memoria
y borró tu imagen del espejo
pero hoy interrogo a tu fotografía,
después del suspiro …
y la triste humedad
del pañuelo.
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