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Foto del escritorMagaly Salazar Sanabria

Poemas

Actualizado: 9 ago 2018

I

El candor intenta ser el bosque

y todo el pálpito del bosque,

es la encarnación de los milagros.

Con el candor me asomo a la existencia,

mientras el goce va colmando el fruto

que acaba en mordisco

Lo sabroso, rebelde en la manzana,

para que Adán se decidiera

cuando apareció una Eva amotinada,

cuando Dios se vino con la noche

y el aguzado piar de la mañana

y algo que llegó con su sino mordiente

Desde entonces digo, por si me atrapa el sueño:

Prodigio es que el hombre sea turpial y zorro

y juegue detrás de las matas.

y no se repitan fábulas de desencuentro y trampa

Prodigio es extender las manos y encontrarte

tiernamente ungido,

como si fueras un país sin rejas

o una tierra sin mendicidad

Al alba se estrellan setecientas setenta y siete plumas

y un pájaro se resuelve en canto,

como resistencia al susto de lo incierto,

como la esperanza.


II

Soy la que se arrebuja para guardarte el fuego.

Soy la que concilia los olores,

porque la vida y las pulsiones

reclaman su sentido

con la cercanía de tu tacto,

con la justificación de tu sombrero,

pero tú permaneces dentro de la caja,

afianzando tu indolencia,

haciendo de tanta utilidad una comedia

de tanto importancia, una trivialidad;

es tu obstinada manera de quedarte en OFF

El país cae a pedazos

mientras te desconectas

mojando la ética en cerveza

y aderezando los bolsillos

con plata y lisonja

Entretanto, la poesía

no encuentra paño que la vista

Toco en tu puerta y no respondes

Ven, hay un sol ensimismado en el jardín

que atraviesa el cuerpo vegetal

y despierta apetencias.

Las lagartijas y los pájaros desentumecen

el tiempo de susurros.

La luz anuncia su espacio en silencio

y ofrece la prueba del color.

He conjurado un sitio para la libertad

entre el follaje del deseo,

este mirar dentro

y un aroma desenfadado

que vive por la esperanza


III

Y es que yo estaba mirándote

con el desconcierto del ojo sobre los azules,

disputándome entre cosmos de Chagall

y mares de Vásquez Brito

y tú, plantado ante el dios de las asimetrías

con los muros perversos cerrándome el paso,

a mi, la flor disidente,

la que recoges en el campo,

el rostro aventajado.

Vamos a redimir y a recuperar lo simple,

el lugar de lo consanguíneo,

donde la presencia del universo

y la existencia del hombre

no sean un requiebro sino regocijo.

Atendamos a la sazón del ojo y del espíritu

y a la relación del hombre con la naturaleza

que la prepotencia ha fracturado

No hay que retar verano contra fuego

ni colocar al miedo como árbitro,

porque, aunque restes, el amor suma

sobre las cenizas

Canta tu canción, amigo Billo

para encarar la punición de los batracios

contra las libélulas,

quizás podamos entendernos con la tarde

La supuesta conversa se torna más lejana.

No sé por qué crees sentir la vida por esa ventana,.

si no te inspira pasión, la tecnología es sólo una pesquisa


IV

Entreabierta la puerta,

tu alma se disputa una salida

con la vacilación.

Contrastar la sombra con la claridad

hace del adentro miedo y del dolor afuera.

Se trata de armonizarnos para luchar,

se trata de resistir, de trasegar la fe,

pero sé que has dispuesto tu asilo,

lo veo venir desde mis lentes

ahumados de sol

donde se reflejan terror y evasión

Has perdido tu habitación y sus aceras

por eso, la libertad se pudre en tu calzón,

y la imagen de la tierra se muere en tu cabeza:

¡Cuidado, puedes estropearte el sombrero!


V

El humo del café parece alcanzar algún sentido:

Espera.

Estos días padecen lo triste,

la rabia y también el fulgor.

En este país todo es posible

mientras tengamos la oportunidad

de encontrarnos.

No traduciré a otra lengua las palabras,

sus enigmas son recados divinos.

Alguien eructa sobre la vida

y un oficiante devoto recuerda que el café se enfría.

Una rosa en la mesa hace a la compasión inevitable.

Nadie le pregunta nada a la ternura,

a la mirada, a los gestos.

Entretanto, la flor, intacta.


VI

Levántate y anda.

No importa cuánto tiempo hayas mascullado

si en tu corazón hay fuego.

El país dice lo que no tiene nombre,

es una tachadura de la claridad.

Del libro: Cuerpos de resistencia





VII


Si hay alguna pantalla

En lugar de Dios,

“En caso de incendio”,

favor rescatar los mitos y los sueños

¿Acaso, la “Aventura de los Galeotes”,

del Hombre de la Mancha,

o el “Abra Solar” de Alejandro Otero,

no son revelaciones del espíritu humano?

Acompáñame para solicitarte

antes que la globalización nos uniforme.

Dime si tu patrón se impone

o me voy en vuelo,

antes que Poncio Pilatos dramatice

y me quede con la verdad por fuera.

Si así se virtualiza, prefiero ser Dulcinea desnuda

que una Maja con retama.

.....

VIII


Si al hacer click se activa el Conocimiento,

en tus pestañas habrá un claro

que hará click en Percepción

y doble click en Una Vida Plena.

....


IX


Cuando el estridente cambia evidencia por escándalo,

entre un acto y otro del teatro breve, surgen en la escena:

Un protagonista de Los Miserables, terciando con Judas;

pantamima que provoca con furia a la mirada y ésta,

pantamima que provoca con furia a la miradsa y ésta, al

es invisible a los ojos"

El Principito.

....

X


Si yo fuese niño,

pintaría con muchos colores la pantalla

para que sean de payaso,

en vez de horror,

las horas del tonto.

....


XLIII


Arriésgate en la equivocación,

también mi traje se arrepiente y cae

y tú no estás, ni ese extraño conjuro

que hace balanza entre desnudo y seda.

.....


XXXIV


Aquí estamos,

a media asta,

amotinados en la herida

de esa sinuosa y lucífera serpiente

que muerde y paraliza

a toda Eva que exceda a mujer

.....


XXXVI

Existimos en un mundo

que amputa y golpea,

el mismo que nos ofrece

el alba con la seducción

de los suspiros

.....


XLIX

Si te hablo,

te vuelves quebradizo

si te serenas, me alcanzas,

si me buscas, soy la mensajera,

y si me apartas;

río abajo como flor de bora.

Relámpago, espoléame la sabiduría,

lluvia, no presagies mi rostro;

viento revelado, deslúmbrame;

fuego con fuego, aclárame lo turbio;

polvo que somos, acércame al hermano;

agua perdidiza, gáname el amor.

.....


L

Arriésgate en la equivocación.

También mi traje se arrepiente y cae

y tú no estás ni ese extraño conjuro

que hace balance entre desnudo y seda

.....


LII

Hago de ti una guitarra

para oirte con la afonía sonora de escuchar.

No sé si eres cadencia o boca contenida,

quizás te erices en el umbral de las palabras

y puedas decir algo a esta oreja trunca

como la de Van Gogh.

Eres un ser remoto que vuelve con la música

Una sola nota que canta y genera de adentro,

un concebir.

Pero quiero tocarte para soltar

los múltiples secretos

Así no vivirás como las casas

sin techos y sin sueños

donde las risas y el amor se han ido.

Tú, el concebir

.....


LIV

Juntémonos amor

y hagamos gentío.

Me reclama tu herida

y la plegaria por todas las heridas.

Somos la espiga que nace entre la roca,

cuerpos de resistencia

y la esperanza como subversión.

Somos la fe de los abrazos,

presencia de vela en la sombra,

el espacio para la libertad

.....


LV

Te canto en mi computadora

sin definiciones ni discursos,

por eso dejo que algún misterio

cruce entre yo y la máquina

Hubiese preferido un saxofón

porque guarda el enigma de la música

y me permite tararear este bolero o vida,

también puedo estar “contigo en la distancia”

hasta que Dios aclame con voces el amén

Puedes creer que te amo

de lunes a domingo

con la solicitud del minutero para lograr la hora,

cuando una mansa escoba limpia la ciudad,

cuando Juangriego se enfiesta por la tarde,

cuando celebro los pucheros de un niño,

cuando un gato arquea su figura,

cuando los loros cantan el Himno Nacional

Te digo que el tic tac que te aplaza

es tan parodia como Insula Barataria

y tan tramado como seis por derecho,

sin embargo, lo fácil se entiende con la dificultad.

Hay cuenca y convexidad en este cuerpo

para ratos largos y para lunas llenas;

así, ninguna sombra impedirá los sueños

ni los arrumacos para untar.

Te amo sin ninguna consideración

con tu abundante pecho de vino en bodega

y de embriaguez en copa

y aunque sé que estás solo con tu cigarrillo,

más allá del humo,

me enredo en tu barba sin rasura

y en esta túnica que cae

distraídamente.



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